lunes, 3 de mayo de 2010








6ª ETAPA: RABANAL DEL CAMINO- VILLAFRANCA DEL BIERZO
El día comienza con la subida a la Cruz de Hierro, uno de los cocos del Camino. Hoy me he levantado super fresco y para mi sorpresa me subo el puerto del tirón, sin descansar. Vamos los 3 mosqueteros acompañados de los ciclistas de Valencia y de Mallorca. La subida es preciosa a la vez que durísima, así que meto todo el desarrollo de la bici y voy disfrutando del paisaje. También nos encontramos con dos ciclistas que vienen desde Holanda en bici, padre e hijo que llevan más de 2000 kms de pedaleo, buena gente también.

La tradición dice que al llegar a la cruz de hierro hay que dejar una piedra como penitencia y dejar tus mejores deseos para tu gente y para implorar a los dioses que podamos llegar a Santiago. La llegada es alucinante, todo el mundo aplaudiendo, animando y super felices de haber llegado hasta aquí. Además es el primer rato del viaje que sale el sol. Aquí dejo mi piedra para MARTA. Estoy emocionado, de hecho me emociono aún al recordarlo.. bfff...

Seguimos hasta Manjarín y conocemos a otro personaje del camino, Tomás, un tipo que dice ser el último caballero templario y tiene montado un chiringito en mitad de la montaña que nos invita a un café con galletas y nos cuentas historias de la orden de los templarios. Un sitio muy curioso, la verdad, con música muy extraña y decorado todo como en la época medieval. Después nos enteraremos que al parecer el tipo tiene una especie de secta puesto que hay como 18 ó 20 personas que le han seguido y han dejado su casa, su familia, su trabajo y su dinero para irse a vivir a un pueblo en las montañas, en mitad de la nada y seguir con la historia esa de los últimos templarios. Me da que pensar aunque creo que no está muy bien de la cabeza, otro personaje del camino.

Aquí nuestros caminos se separan, de momento y aunque he disfrutado muchísimo de la compañía de mis dos amigas el Camino nos lleva a cada uno por nuestro lado. Seguiremos hablando todo el camino pero ya no pedaleamos juntos. Me han pasado tantas cosas estos días que necesito un poco de tranquilidad y de soledad para asimilarlo todo en mi cabeza.

En este momento, ya pedaleando solo sufro el primer pinchazo y, como no... empieza a llover otra vez. Lo arreglo y empiezo a bajar por la carretera, una bajada flipante y bastante peligrosa, la bici coge velocidades de vértigo. Llego hasta Ponferrada donde pincho otra vez, esta sería la última vez en todo el camino. Esta ciudad para mi es la más fea y la que menos me gusta de todo el camino, eso si hay que decir que el Castillo es impresionante. Un poco malhumorado por los pinchazos paro, sello la credencial, me meto un bocadillo gigante y continúo mi Camino. Un consejo, al llegar a Ponferrada no sigáis las flechas amarillas porque te hacen dar un gran rodeo por la ciudad, tirar hasta el castillo y luego coger la carreterilla que va hasta Camponaraya para salir de la ciudad.

El siguiente pueblo es Cacabelos, donde sigue lloviendo, esta vez a lo bestia sigo el camino y llego empapado, cansado y muerto de hambre hasta Villafranca; este pueblo si que es una pasada. Hay una Iglesia del siglo XII donde se encuentra la puerta del perdón, es donde antiguamente los peregrinos que no podían llegar a Santiago por enfermedad si pasaban por esta puerta se les perdonaban todos sus pecados. Me alojo en el albergue Viatoris y me voy a dar una vuelta por el pueblo y a cenar. Un pueblo espectacular, ya lo conocía pero merece la pena dar una vuelta por él y ver las iglesias, la colegiata, el río... en fin, un sitio super recomendable. A dormir que mañana me toca O’cebreiro....

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