lunes, 3 de mayo de 2010



2ª ETAPA: CASTROJERIZ-CALZADILLA DE LA CUEZA
La mañana se presenta como el día anterior, cielo encapotado y lluvia a rabiar. Ese día empiezo a saber lo que es despertarme antes de las 6 de la mañana porque la peña que va andando madruga muchísimo y les da igual despertar a los demás, a lo largo de los días tendré más de un cabreo por este motivo.

Miguel y yo haremos parte de esta etapa juntos pero luego nos separaremos porque yo voy sin prisa y él tiene que llegar un día en concreto a Santiago, aunque estaremos en contacto todo el camino contándonos nuestras aventurillas. Para empezar la mañana tenemos el alto de Mostelares, una cuesta no muy larga pero si bastante empinada y con unas vistas magníficas. En el albergue nos aconsejan ir por carretera pero nosotros, cabezones decidimos coger el camino. En la subida me tengo que bajar un par de veces de la bici porque no puedo más y me toca empujar... no será la última vez. Pero merece la pena porque el sitio es alucinante.

Dando pedales llegamos hasta Boadilla del Camino y paramos a tomar una coca cola y algo de fruta en un albergue de la red bikeline que es genial. El tío es majísimo y el sitio es estupendo, con deciros que tiene hasta piscina... para otra vez puede que me plantee una noche aquí, eso si en verano. La llegada a Frómista es muy facilita, vas al lado del canal de castilla y empiezas a notar que estas en plena meseta castellana, la vista llega hasta el horizonte y aunque seguía lloviendo sin parar lo pasamos genial los dos ciclistas solitarios.

En Frómista comemos y nuestros caminos se separan, cada uno va a su ritmo pero me quedo con el recuerdo de un tipo genial. Esta sensación la he tenido varias veces a lo largo del camino, vas dejando sin querer a gente que al principio da pena pero no pasa nada porque voy a seguir conociendo a gente super maja (también algún gilipollas, pero ya sabéis, hay gente pa tó). De Frómista a Carrión de los Condes va una senda pegada a la carretera y se va muy bien, sin problemas de coches aunque muchísima lluvia. Carrión me pareció un pueblo muy bonito pero decido continuar hasta Calzadilla, aquí el Camino va por la antigua senda de peregrinos y aunque es plano se hace muy duro porque hay muchísimas piedras y las rectas son interminables. ¿sabéis esa sensación de que vas por el camino intentando cambiar de un lado a otro de la pista porque parece que el otro siempre va mejor? Pues en este tramo es así, llego a Calzadilla empapado y con el cuerpo descolocado de tanto traqueteo de la bici.
Este pueblo es casi una aldea, cuatro casas y un albergue de bikeline, donde conozco al hospitalero, al principio majete pero según va avanzando la conversación veo que el hombre está un poco tocao de la cabeza, me empieza a contar que le ha dejado la novia y ha decidido irse cuatro meses de hospitalero voluntario a un pueblo perdido del mundo. En el albergue hay otros peregrinos que son de puta madre y nos vamos a cenar al restaurante de al lado, dos italianos, un hombre que viene andando desde Suiza, un señor de Murcia y un chico de Valladolid... la cena genial, no paramos de reírnos y acabamos con la botella de orujo... uno de los mejores recuerdos del Camino.... aunque hay tantos que cuesta decidirse por alguno en particular. También conozco a un koreano muy majete que lleva una mochila que pesa casi 20 kilos y además una maletita con un portátil.... risas y más risas.

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